
Domingo 9 am, bum, bum y BUM. Mis piernas se empiezan a mover, mueven los pedales, estos pedales mueven la cadena, la cadena mueve el piñón y ese piñón mueve las ruedas. Que empiezan a girar por el pavimento, ese pavimento se convierte en tierra, esa tierra empieza a tener desnivel, mi corazón empieza a latir y mis respiraciones cada vez son más cortas. Mi cabeza concentrada en mantener las ruedas en el camino, empiezan a llegar pensamientos, esos pensamientos empiezan a correr por mi cabeza y uno de estos pensamientos parece tener sentido. Tanto sentido que lo memorizo para explicártelo en esta newsletter, si bien cada centímetro que recorrí en esa carrera lo disfrute muchísimo y creo que tenemos que disfrutar de ese camino, me di cuenta de algunas cosas importantes para que este camino sea mucho más disfrutable.
Cuando era chico fuimos de vacaciones a la costa de Argentina. Yo entrenaba bastante corriendo y en bici, pero de natación poco y nada. Me hice unos amigos (algo que no me cuesta mucho) que me comentaron que había una carrera, La carrera de la rompiente, que consiste en nadar 200 m hacia dentro del mar, pasar por detrás de una boya y volver a salir.. Así 5 vueltas…
Si a mi me nombran carrera en mi mente pasa lo que vimos en la newsletter anterior, me generan una motivan increíble los desafíos…
Pero la pregunta de siempre, ¿a dónde vas Rodrigo?
En la ocasión que corrí la carrera de la rompiente mis padres no sabían nada, porque era gratis y si les pedía permiso sabía que no me dejarían. Yo me inscribí y corrí, porque lo hice, porque correr una carrera es la forma más segura de probar un nuevo deporte o intentar un desafío. Porque están obligados a tener muchos elementos de seguridad y esto es un gran que. ¿Por qué?
Porque ayer cuando iba entre medio de árboles, me di cuenta de que si planificamos el camino podemos disfrutarlo mucho más. Yo para disfrutar el camino de ayer, si no lo hubiera recorrido en carrera debería:
- Conocer la zona.
- Buscar el mejor camino.
- Marcar el camino.
- Contratar gente para puesto de abastecimiento, seguridad y demás.
- Y muchas cosas más..
Pero la pregunta de siempre, a donde vas Rodrigo?… Es la segunda vez…
Si planificamos como hacer más placentero nuestro camino, les aseguro que van a conseguir mejor los objetivos, y lo más importante van a poder disfrutar mucho más del camino…
No tengamos miedo al fracaso, tomemos riesgos y disfrutemos del camino. Pero no nos olvidemos de planificarlo, espero que les allá gustado esta newsletter. Si necesitas ayuda en planificar tu camino puedes escribirme y te ayudaré sin problema. Gracias por leerme un día más. Nos vemos la semana que viene.
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